martes, 30 de agosto de 2011

Me gusta conducir

Me gusta conducir, vale, eso está claro. Y seamos sinceros, me gusta darle zapatilla, quien no... Pero es necesario aclarar algo: una cosa es quitarle la carbonilla de vez en cuando y otra hacer el imbécil e ir quemado todo el puto día. Lo que yo defino como hacer un tramo no tiene nada que ver con el Campeonato de Montaña ni apurar las curvas como si la vida se me fuese en ello. Si un día al venir del trabajo tengo la vena rácing pues igual me desvío un poco y voy a ese par de curvas que tanto me gustan y le achucho un poco al coche, hago cantar las ruedas en las curvas y quemo gasoil como si tuviese una refinería en casa. Generalmente zonas muy poco pobladas, con poco tráfico y con casi ninguna señalización. Pero siempre con un mínimo de cordura, no quiero reventar el coche, no quiero que me empapelen y menos todavía acabar en la cuneta (o en el barranco, que aquí los hay y muy grandes). Se trata de disfrutar, no de competir.



Pero también hay otro tipo de tramos, más turísticos, en los que disfruto conduciendo tanto o más que en los anteriores. Próximamente publicaré algunos. Son más numerosos, tal vez por mis cualidades más turísticas y viajeras que deportivas. Son tramos mucho más largos, más tranquilos, de buen y ancho asfalto, más dispersos en la geografía peninsular, por los que generalmente se circula con calma en marchas largas, y en los que se disfruta del paisaje, la tranquilidad de conducir sin prisas y la compañía que en ese momento tengamos a nuestro lado.

Con todo esto quiero decir que se puede disfrutar de muchas maneras diferentes al volante, y os mostraré algunas de ellas.

PD: una forma de no disfrutar es gastarse casi 300 € en el taller :(. Ya lo contaré.

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