lunes, 26 de diciembre de 2011

Mi primera vez

Siempre hay una primera vez. Para todo. La primera vez que conduje un coche fue con doce años en los alrededores de un instituto alejado del centro urbano y sin ningún peligro para nosotros y para el resto de los muy esporádicos conductores (era un domingo de tarde). Si alguien nos veía no pasaba nada, era algo relativamente habitual. Ahora meterían en la cárcel a un padre tan irresponsable. Eran mejores otros tiempos.




La experiencia, breve pero intensa, fue con un Renault 12. Yo nunca había tenido una máquina más potente que una bicicleta entre las manos y claro, domar toda aquella caballería era casi como un orgasmo. Tras varios intentos fallidos logré que no se me calase y arranqué en una leve cuesta arriba. Recorridos unos metros pisé a fondo en primera y hasta patinaron un poquito las ruedas. Tomé la curva del fondo un poco pasado. Mi padre casi mancha los pantalones. Bajamos por la cuesta y volvimos al punto de partida. Apenas serían 200 m pero para mi edad ya era todo un tramo de rally. Tras la experiencia yo no podía entender porqué mi padre decía siempre que aquello no andaba una mierda, ¡si parecía un misil!. Tardaría unos 6 años en saberlo. Era un niño.

No sé que motor tendría, mis conocimientos de mecánica eran escasos por aquella época. Pero recuerdo que era de poca cilindrada, tal vez un 1.0 o un 1.2 gasolina, con cuatro marchas, unos 120000 km y que a 140 cuesta abajo parecía que iba a despegar vuelo. Mis padres le habían echo un arreglo integral de chapa e incluso le cambiaran el color: de blanco a azul metalizado. Se fue para la chatarrería hecho un asco de chapa (otra vez), con la suspensión completamente mamada y con el embrague en las últimas pero con el motor impoluto. Todavía recuerdo cuando lo dejamos allí a su suerte: mi padre aguantó el tipo pero a mi madre le salió una lagrimita.

No se conserva ninguna foto en formato digital y apenas alguna en papel perdida por algún cajón del desván. En Google podréis encontrar un montón.

Curva extra: en la web de Piel de Toro puede encontrar el modelo en cuestión. Se trataba de un R12 a secas. Motor de 1300 cc con 57 cv a 5300 rpm y una relación de compresión de 8.5. Os podréis imaginar que no era ningún cohete. Eso sí, tragaba como tal: en conducción normal por carretera le hicieron una media de 8.6 l/100 km de, supongo, gasolina súper 97.

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