Con este panorama y la temporada de lluvias a la vuelta de la esquina, me pasé por un taller especializado a consultar precios. Me indicaron que la oferta actual para mi medida (195-50-15) ya no era tan variada como la última vez. Me ofrecieron dos o tres marcas conocidas y después unas cuantas que no las conoce ni su madre. El precio entre unas y otras entraba en una horquilla de menos de 10 € por neumático. El equilibrado estaba incluído en el montaje y el alineado serían 30 €.
Con afán comparativo por primera vez me aventuré a preguntar en un taller no especializado, un taller de mecánica general multimarca. Los precios eran los mismos o variaban menos de 1 € por goma. Llegamos a un acuerdo y me regalaban el equilibrado y alineado. Me recomendaron los Bridgestone Turanza ER300 por 68 € el neumático (que además eran los mismos que tenía el dueño del taller, buena señal).
Dos días de espera y me acerqué a realizar el cambio. Que ganas de probar los neumáticos nuevos. Por fín algo que agarrase decentemente. Y además la tarde era la propia: llovía a raudales. Perfecto para una prueba en mojado. ¡Zas! ¡en toda la boca!. Problemón. Mis llantas parece ser que carecen un un agujero central que sí tienen la mayoría y que sirve (supongo que entre otras cosas) para equilibrar las ruedas. Por lo visto hacía falta un adaptador que no tenían. "Eso me pasa por no ir a un taller especializado" pensé. Mientras pensábamos qué hacer las montamos y las equilibramos. Tenían una desviación de 3º cuando según el programa informático lo máximo recomendable para mi coche era de 0º45'. Al final lo máximo que las dieron ajustado fue a 0º09', suficiente. Las caídas y los avances de los cuatro ejes estaban echos un desastre (y eso que cambié el puente trasero, antes sí que estaba mal...). Al final no quedó otro remedio que dejarlas sin equilibrar. Me ofrecieron sin coste ninguno ir a un taller especializado del mismo pueblo a equilibrarlas. Una buena solución a la chapuza si no fuese porque me mandaban exactamente al lugar donde yo dos días antes había ido a preguntar precios de neumáticos. ¡Zas! ¡en toda la boca!. Pues nada, me acerqué al día siguiente y me las equilibraron en un tiempo récord de 9' desde que apagué el coche en el elevador hasta que lo encendí de nuevo. INCREÍBLE. Que se note donde hay un trabajador especializado. Todo fuese por ahorrar los 30 €. Y es que ya se sabe que el dinero de los pobres va dos veces al taller.
Vaya aspecto tenía así descalzo, hasta daba pena. |
Los artefactos de alineado parecían salidos del futuro. |
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